Por Dr. Roberto Epifanio – Gineco-obstetricia y Medicina Reproductiva
Lograr un embarazo pareciera algo sencillo, si sólo se analiza desde el punto de vista de la unión del óvulo con el espermatozoide. Por el contrario, se trata de un proceso complejo, que se ve influenciado por una amplia serie de factores.
La mayoría de las pacientes, cuando hablamos de infertilidad, piensan primero en que la causa puede deberse a problemas que estarían principalmente relacionados con el aparato reproductor y los gametos, y luego en problemas hormonales. Sin embargo, casi nunca piensan que esa enfermedad crónica que padecen, como la diabetes, podría ser la razón por la que ese bebé tan esperado no llega a casa.
La diabetes es una enfermedad crónica que se desarrolla luego de que el páncreas pierde su capacidad de producir insulina o que el organismo no la utiliza con eficacia, reflejándose en niveles altos de glucosa en sangre. De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 200 millones de personas en el mundo padecen de diabetes.
Siguiendo los cuidados correspondientes, la diabetes no tiene porque representar un impedimento para lograr un embarazo. No obstante, sin los controles adecuados, efectivamente puede dificultar el proceso e, incluso, influir en el desarrollo del feto y el consecuente embarazo sano y a término.
¿Qué sucede y qué hacer?
Por un lado, los altos niveles de glucosa en sangre alteran la producción de las hormonas (estrógeno, progesterona y testosterona) necesarias para la fertilidad femenina. Estos cambios hormonales producidos por la diabetes, pueden afectar los ciclos menstruales, provocando retrasos o ausencia de menstruación o menopausia prematura. Si la paciente además tiene una condición de obesidad, las disfunciones generadas por la diabetes pueden empeorar.
Considerando esto, la clave está en un correcto control del nivel de azúcar en sangre. Estudios médicos han demostrado que las mujeres que padecen de diabetes pueden embarazarse y tener bebés completamente sanos, siempre y cuando controlen los niveles de azúcar en la sangre antes y durante el embarazo.
Si estás pensando en un embarazo, el primer paso y, quizá el más fundamental, es que acudas ante un especialista para una consulta pregestacional. Si eres, además, una paciente diabética, deberás mantener controlada la enfermedad, para que la misma no afecte tus probabilidades de embarazo, además de evitar las posibles complicaciones que esta enfermedad puede causar durante los mismos nueves meses de gestación. Tu objetivo será alcanzar los niveles de glucosa en sangre que tiene una no diabética.
Otras acciones que debes considerar son:
- Llevar una dieta equilibrada y, por lo tanto, saludable, que incluya un control sobre los alimentos y las cantidades (indicado y supervisado por un médico endocrino o especialista en nutrición).
- Mantener un peso adecuado.
- Controlar diariamente los niveles de azúcar en la sangre, de ser necesario. La mayoría no o lo requerirá.
- Realizar una actividad física de manera regular.
De esta forma, las mujeres con diabetes pueden concebir de manera tan segura como el resto de las mujeres.