La neumonía grave se asocia con una alta tasa de mortalidad materna y perinatal. Por ello, con el objetivo de diferenciar o establecer un manejo específico para esta población, un equipo de la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología (SPOG) trabajó y definió una guía para el manejo del Coronavirus (Covid-19) y la embarazada, que emite las recomendaciones y ruta a seguir durante el embarazo, el parto y el puerperio.
Estas guías siguen los lineamientos emitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y surgen en concordancia con las guías nacionales del paciente adulto dada por las sociedades médicas nacionales sobre COVID-19 (SARS- CoV-2), respaldadas por el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social.
El documento refleja que, aunque los datos existentes son limitados, “las embarazadas parecen tener una igual susceptibilidad que la población general para contraer la infección y con igual posibilidades de complicaciones graves”.
Asimismo, justifica la acción al señalar que el embarazo es una condición fisiológica que predispone a las mujeres embarazadas a complicaciones respiratorias, debido a los cambios que ocurren en sus sistemas inmunitario y cardiopulmonar.
Estas condiciones, las estadísticas reflejadas en los casos de mujeres embarazadas con infecciones por SARS-CoV y MERS-CoV en 2009, así como las preocupaciones por el resultado fetal y neonatal, podrían aseverar que las embarazadas requieren atención especial en relación con la prevención, el diagnóstico y el manejo de COVID-19.
La guía clarifica los aspectos que definirían el tipo de caso –contacto, sospechoso o positivo/confirmado-, el equipo de protección personal, que depende del tipo de atención que se brinda a la paciente o caso sospechoso, y el manejo general durante el embarazo y según la edad gestacional, así como su manejo durante el puerperio.
Flujograma
Toda mujer embarazada que asista a una emergencia obstétrica y es caso sospechoso o confirmado por Covid-19, deberá ser transferida a una sala de aislamiento y el personal médico y de enfermería asignado para su atención usar el equipo de protección personal apropiado. Se recomienda la realización de una radiografía de tórax, importante para la evaluación del estado clínico. El embarazo deberá manejarse de acuerdo con los hallazgos clínicos y ecográficos, según la edad gestacional.
Si se trata de un caso sospechoso, el manejo general contempla mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, activar tratamiento sintomático, vigilar signos vitales cada cuatro horas, evaluar la saturación de oxígeno, gases de sangre arterial y monitoreo fetal.
Si el caso es confirmado o positivo, se manejará de acuerdo con su gravedad. Si la enfermedad no es severa, el manejo es ambulatorio, preferiblemente a través de aislamiento domiciliario. Incluye reforzar la hidratación, recetar acetaminofén por fiebre y conteo de movimientos fetales una vez al día, en pacientes con más de 28 semanas.
La paciente embarazada sería hospitalizada si presenta saturación de oxígeno menos a 95%, frecuencia respiratoria mayor a 22 por minuto, radiografía de tórax anormal y comorbilidades crónicas o con tratamiento inmunosupresor.
